Mari Garnica
Ceramista, ilustradora, mexicana, oaxaqueña.
Mari Garnica tiene 30 años, nació en 1994 en la tierra donde Dios nunca muere: Oaxaca, ahí estudió artes plásticas en la Escuela de Bellas Artes. Actualmente es creadora de piezas cerámicas utilitarias y ornamentales, su desarrollo creativo se ha volcado además sobre la ilustración y el muralismo. Pero fue precisamente en la cerámica de alta temperatura que encontró el medio preciso para plasmar autorretratos e inquietudes emocionales, desde recuerdos de la infancia hasta memorias muy específicas de sus andares, sueños y deseos.
¿Quién no quisiera ser un Pierrot con flores en la cabeza?
Mari configura vaqueros, vampiros, osos, payasos, perritos, gatitos y personajes con tristezas, alegrías y enojos, emociones tan humanas que de inmediato nos conectan a su obra, con la que podemos identificarnos de forma natural y muy ligera, pues lejos de hacer formas rebuscadas ella retrata la complejidad emocional de forma simple, inocente, con plastas de colores casi juguetones. Sus piezas son un guiño a su infancia, a nuestra infancia.